La historia de la imagen, leyendo entre etiquetas
Hace un par de semanas recibimos una visita en nuestra bodega de un marketiniano apasionado del vino. Agradecido durante la visita, al final de la misma dijo a un servidor una frase que sirve perfectamente para explicar el porqué de nuestro cambio de imagen, ¡aquí va!
En estos días donde el escaparate tiene cada vez más importancia, el ser debe de ir ligado al parecer. Sois, pero ahora vais a parecer.
Utilizando esta visita como línea argumental, aquí va una explicación breve de nuestros valores y nuestra nueva imagen. Si buscáis más información no dudéis en consultárnoslo!
Durante el recorrido de la visita, aparecen las explicaciones de nuestra labor viticultor, también el factor clave de Nicolas, su olfato en el proceso de vinificación. La aportación de la cuarta generación, el cambio generacional y sus valores, heredados del bagaje familiar, adaptados sin embargo a los nuevos tiempos. El factor wau sin embargo, sucede con la cata, cuando toda explicación queda ligada al recuerdo del txakolí.
¿Qué es lo que diferencia realmente a Gaintza?
Allí estaba nuestro visitante, haciendo gala de su formación y profesión. Invitando a uno, a intentar plasmar la base del proyecto que tantos dolores de cabeza había dado, no solo plasmar, si no que convencer. Ardua tarea.
Uno de los pilares más importantes del nuevo proyecto, de la filosofía de Gaintza era el respeto mismo por la tierra que nos alimenta, así, recibimos el año 2016 el certificado de la viticultura integrada. Es sin duda el primer paso de un largo camino a recorrer, la utilización de menos productos fitosanitarios procedentes de laboratorios y el inicio de la transición, con productos derivados de la naturaleza. Así mismo, las 25 hectáreas gestionadas por Gaintza son las únicas utilizadas después en la vinificación, no utilizando uva de ningún otro viticultor. Así, aparece un segundo valor, la producción integral, una producción donde desde la plantación de la vid hasta la distribución de la botella, participa la familia. Un proceso donde la calidad en cada fase queda más que controlada, el amor por el producto, hace que la alta calidad sea siempre la meta de cada labor. El mismo producto, es nuestro último factor diferencial, dado que Gaintza, siempre recordará al txakolí tradicional. Los procesos de la vinificación maduran, las innovaciones constantes traen consigo la misma evolución de un producto. Aun así, siempre podremos elegir y el Txakoli Gaintza, nos recordará a ese Txakoli tradicional, con la ventaja de la evolución, (no nos dolerá la cabeza 😉 ).
Habíamos acabado de degustar el Aitako, el txakolí más complejo de Gaintza, añada 2014, aromas a frutas blancas, sutileza de la pera al final, buena entrada, lineal con cuerpo, complejo… Buen final. Sin embargo, quedaba una pregunta por responder.
Bien correcto, ¿pero cómo pensáis plasmar estos valores?
Con un ¿cambio de imagen? Podía ser, el resultado podría ser bueno, pero no redondo, no tendría esos aspectos sutiles que hacen de un vino bueno uno exquisito. La elegancia de una botella oscura, de una etiqueta clara y un diseño innovador pero con fuertes arraigos tradicionales (fijaros en la imagen del fondo ;)) era el camino escogido en cuanto al diseño. Así, la utilización del material más ecológico posible sin embargo es el matiz sutil de nuestro cambio y hace la misma botella, la prueba física del cambio.
Absolute Green Line nos ofrecía la solución ecológica que buscábamos en las cápsulas. La utilización del complejo con polietileno de base biológica (extraído de las plantas de cañas de azúcar, plantadas en tierras en desuso) y el uso de tintas al agua hacen de este producto una cápsula ecológica. Siguiendo la línea de la botella, la misma etiqueta, proviene de un material innovador llamado mineral paper, resultado de la mezcla de diversos minerales con el polietileno, ahorrando así la tala de árboles para crear el papel utilizado en las etiquetas. El mismo Packaging se ha adaptado a este cambio, utilizando materiales reciclados en nuestras cajas de 6 y 12 unidades. El siguiente paso sin embargo, reside en el sector de la investigación, dado que encontramos necesario saber la huella de carbono y la huella hídrica de nuestros productos para poder reducirlos.